martes, 13 de noviembre de 2012

CÓMO FORTALECER EL MATRIMONIO


CÓMO FORTALECER EL MATRIMONIO

GUÍA PARA LOS CÓNYUGES


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EL  PROPÓSITO  DE  ESTA  GUÍA

El convenio del matrimonio les ofrece la mayor posibilidad de tener paz y felicidad en esta vida y una vida familiar eterna en el mundo venidero. Éstas son bendiciones gloriosas pero exigen un esfuerzo considerable. Muchos matrimonios luchan esmeradamente por tener una buena relación. El presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Quizás nuestra mayor preocupación se centre en las familias. La familia se está desmoronando en todo el mundo. En todas partes se están rompiendo los vínculos tradicionales que unen al padre, a la madre y a los hijos. Tenemos que hacer frente a esto en nuestro propio medio. Hay demasiados hogares destrozados entre los nuestros. El amor que llevó al matrimonio de algún modo se evapora y el odio ocupa su lugar; se quebrantan corazones, los hijos sufren”.


Esta guía es una fuente de recursos para ustedes, los que van a participar en el curso “Cómo fortalecer el matrimonio”, presentado por los Servicios Familiares de la Iglesia. El objeto de dicho curso es fomentar una relación armoniosa y afectuosa entre ustedes y sus cónyuges. Las sesiones se realizan como cualquier otra clase de la Iglesia, con los principios del Evangelio que proveen la base y la estructura para llevarlas a cabo. Además, las actividades de aprendizaje y los consejos profesionales les ayudarán a integrar los principios y las técnicas a su vida.

SU  PARTICIPACIÓN  EN  EL  CURSO

Esta guía presenta seis temas que pueden ayudarles a fortalecer su matrimonio. El maestro del curso elegirá los temas en los cuales hará hincapié, de acuerdo con las necesidades y los intereses de los participantes. El desarrollo de algunos temas tal vez lleve más de una sesión. El curso regular consistirá de seis a ocho sesiones.

Lean esta guía atentamente y realicen las actividades de aprendizaje para cada sesión. Dedíquense de corazón a aprenderse el material y a desarrollar las técnicas. El máximo beneficio que puedan recibir de este curso será si participan en la clase y aplican las doctrinas y los principios que aprendan.

La  participación  en  la  clase

Este curso tendrá mayor significado para ustedes si participan en él activamente; pueden hacerlo preparándose para las sesiones y tomando parte en los análisis y en las actividades de mejoramiento durante el curso. Al participar, ustedes aprenderán de los otros participantes y, a su vez, ayudarán a enseñarles a ellos. Esfuércense por tener la influencia del Espíritu Santo y traten de que toda su participación sea edificante. Tengan a bien seguir estas reglas cuando intervengan en la clase:

    Confidencialidad. Nada de la información personal que se mencione en la clase debe salir de ella.

    Brevedad. Hagan comentarios breves a fin de que los demás también puedan participar.
      Equidad. Pueden intervenir tantas veces como el tiempo lo permita con tal de que den la misma oportunidad a los demás.
      Paciencia y bondad. Mientras aprenden nuevas técnicas, sean pacientes y bondadosos con su cónyuge, consigo mismos y con los otros miembros de la clase.
      Estímulo. Mientras procuran fortalecer su matrimonio juntos, alienten a los demás participantes y también a su cónyuge.
      Perdón. Todos cometemos errores, incluso después de haber aprendido nuevas técnicas de conducta. Aprendan a perdonarse a sí mismos y a perdonar a los demás.

Se les exhorta a hablar en la clase de sus experiencias, pero no se deben mencionar allí asuntos que exijan ayuda eclesiástica o profesional. Cuídense de no decir nada que abochorne a su cónyuge ni a los demás. No revelen en la clase asuntos personales ni delicados. Si necesitan ayuda individual o una recomendación para un consejero de Servicios Familiares SUD, consulten con el obispo o presidente de la rama.

Apliquen  las  doctrinas  y  los  principios

Al aplicar los principios que aprendan en este curso, fortalecerán su matrimonio. El presidente Harold B. Lee dijo lo siguiente: “En realidad, nunca sabemos nada de las enseñanzas del Evangelio sino hasta que hemos experimentado las bendiciones que se reciben al vivir cada uno de los principios”2.

Cuanto más practiquen las técnicas que aprendan, más fácil les será aplicarlas cuando surjan situaciones en que las necesiten. Procuren continuamente aumentar su comprensión de las doctrinas y los principios del Evangelio concernientes al matrimonio. Que el Señor los bendiga en este justo esfuerzo.

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